Siglo XX
En la escultura del siglo XX coexistieron una corriente
conservadora y una tendencia innovadora. Dentro de esta última pueden
reconocerse dos direcciones: la del expresionismo y la del abstraccionismo, que
a su vez se expresó en formas geométricas puras (que también se utilizaban por
la escultura figurativa del cubismo) o en las más fluidas de la escultura
orgánica.
Escultura contemporánea en España

La escultura española del siglo XIX estuvo dominada por los
encargos institucionales, en los que destacaron Ponciano Ponzano, Ricardo
Bellver, Aniceto Marinas o Mariano Benlliure.
En el primer tercio del siglo XX se pueden identificar
varias tendencias: Manuel Martínez Hugué (seguidor de Maillol) y Mateo
Hernández (de August Gaul) trabajaron en Francia. José Clará, José Llimona y
Enrique Casanovas han sido identificado con la corriente idealista, o con el
modernismo catalán.3 El palentino Victorio Macho, el bilbaino Nemesio Mogrovejo
o el cordobés Mateo Inurria han sido identificados con la corriente clasicista
abierta a la vanguardia. Más realistas, tradicionalistas, casticistas o
costumbristas son el catalán Julio Antonio, el segoviano Emiliano Barral, el
cacereño Enrique Pérez Comendador o el gallego Francisco Asorey.
Los principales escultores vanguardistas anteriores a la
Guerra Civil Española (1936) fueron Julio González, Alberto Sánchez Pérez y
Pablo Gargallo. Los pintores Salvador Dalí, Joan Miró y Pablo Ruiz Picasso
también realizaron obra escultórica.
Durante el franquismo destacó un grupo de escultores vascos
(Eduardo Chillida, Jorge Oteiza, Agustín Ibarrola) y el aragonés Pablo Serrano.

La escultura española fue siempre de las más fuertes y
respetadas del mundo. La presencia en ella de figuras de la talla de Julio
Gonzalez, Pablo Gargallo, Alonso Cano, Jorge Oteiza, Baltasar Lobo, Juan de
Juni, Venancio Blanco, Mariano Benlliure, Inocencio Berruguete, Josep Clará,
Vitorio Macho o Pablo Palazuelo. Pusieron la categoría de los escultores
españoles en el mundo, La mas antigua fundición de bronces artísticos en Madrid
fue la de Codina hermanos en la que se hacían procesos de fundición a la cera
perdida y a la arena. EA raíz de los setenta empezó con mucha fuerza la
fundición de Capa situada en el pueblo de Alcorcón , dedicándose a perfeccionar
las técnicas de ceras perdidas, e introduciendo nuevas técnicas de
centrifugación hasta el momento utilizada solo en pequeños formatos
especialmente para la fundición de joyería, llevándose Capa con él una parte de
los escultores del momento. Puede decirse que ambas fundiciones reunieron en su
entorno a lo más granado de la escultura contemporánea española. Ambas
fundiciones fueron una escuela para posteriores fundiciones que se montaron en
Madrid a raíz de la independencia de obreros, que habiendo aprendido de ellos
el oficio, se instalaron por su cuenta como por ejemplo, la Fundición de
Bronces Artísticos del Polígono Industrial de San Fernando de Henares en
cercana al pueblo de Torrejon –Madrid-.