Cartelismo político

¿Qué es un cartel?


Cartel es un soporte de la publicidad. Consiste en una lámina de papel, cartón u otro material que se imprime con algún tipo de mensaje visual (textos, imágenes y todo tipo de recursos gráficos) que sirve de anuncio para difundir una información o promocionar un producto, un evento, una reivindicación o cualquier tipo de causa. Suelen formar parte de una campaña publicitaria más amplia. Si son de gran tamaño se denominan valla publicitaria.

El cartel se consolidó en la sociedad como un medio de exhibición y como objeto buscado por coleccionistas. Fue el mundo industrializado de finales de siglo XIX el que hizo posible su aspecto.

¿Qué es el cartelismo político?


Cartelismo político es la vertiente del cartelismo que se enfoca a la propaganda política. El cartel político es un instrumento gráfico y visual eficaz para la transmisión de las ideologías. Ha sido definido como "un grito en la pared" que atrapa la atención y obliga a percibir un mensaje. Durante todo el siglo XX se ha utilizado como herramienta de propaganda política de cualquier régimen político, democrático o autoritario; pero sobre todo destacó su uso en las dos guerras mundiales y durante el periodo de entreguerras, cuando los totalitarismos soviético, fascista y nazi lo utilizaron con profusión y eficacia, al igual que ambos bandos de la guerra civil española.

¿Por qué comienza el cartelismo político?


Desde principios del siglo aparecen dos concepciones del mundo, una conservadora y otra renovadora o crítica. Estas se ven claramente representadas en los dos  grandes conflictos que convalecieron Europa: la Primera Guerra Mundial y la Revolución Rusa. Por su puesto, también quedan reflejadas en los carteles que surgieron alrededor de estos acontecimientos.

A partir de estos acontecimientos, nacerá lo que hoy conocemos como cartel político o de propaganda. Nunca antes había existido la necesidad de movilizar-manipular a las masas, ya que la política y sus manifestaciones, fueran pacíficas o violentas, se habían desarrollado en la mayoría de las ocasiones, en el ámbito de una pequeña elite cultural y económica.

Uno de los más conocidos
La publicidad se llena de grises o de color según sea para desprestigiar al enemigo o para ensalzar las virtudes de la guerra. Se intenta que el cartel, lo visual, no sea percibido como una apariencia de la realidad, sino como la realidad misma.

Las ideas se presentaban siempre de un modo predominantemente visual y claramente comprensible.

Los carteles de la Primera Guerra Mundial se rodean de un halo de romanticismo que intenta ocultar o enmascarar el mundo de las trincheras y la muerte, para así mantener el orden establecido.

En el bando aliado, nos encontramos con un modernismo agotado y los cartelistas profesionales retirados, por lo que se hacen cargo de la propaganda nuevas personas que se dedican al género por primera vez. Aun así se obtiene en algunos casos magníficas soluciones.

¿Para qué se utilizaban los carteles?


Hay que persuadir a la población de la necesidad de una guerra de tal calibre y los carteles ayudan en cuatro frentes diferentes:
  • El alistamiento: este tipo de cartel ejerce una influencia directa en la población como valor ejemplar, como modelo de comprensión y actuación humana sombre la realidad y el colorido contrarresta psicológicamente el sombrío aspecto de la catástrofe. 
  • Justificación de la guerra: se presenta invariablemente la guerra como una cruzada en la que el enemigo queda enmarcado como el gris señor de las tinieblas. Como alternativa al cartel heroico algunos autores intentaron alejarse del naturalismo imperante, acercándose al realismo.
  • Demostrar poder sobre el enemigo: se dan a conocer los adelantos técnicos, el poder de la máquina. Este tema será mucho más utilizado propagandísticamente en la Segunda Guerra Mundial, en corrientes artísticas cono el Futurismo que hacen de la maquina uno de sus temas centrales.
  • Pacificación: el uso del blanco y negro, la muerte personalizada, un estilo que no representa sino reconstruye, expresa la realidad. La publicidad pacifista, o de simple oposición a la burguesía dominante se adhiere al espíritu del arte moderno.